El Comercio se hace eco de las declaraciones del presidente de la delegación del Colegio Oficial de Geólogos en Asturias.
La variante de Pajares necesitará 17 años de obras antes de abrir al público, según los últimos cálculos del Ministerio de Fomento. Los deslizamientos de la ladera de Campomanes y las filtraciones de agua al interior de los túneles han sido los argumentos más repetidos por las administraciones para explicar las demoras. Sin embargo «todos los problemas que se encontró la obra eran conocidos desde el inicio». Lo afirma José Antonio Sáenz de Santa María, decano del Colegio de Geólogos de Asturias, quien ayer disertó sobre los retos que supuso la obra. «Se dice que es el noveno túnel más largo del mundo, y nos enfrentamos a retos no superados antes». Entre ellos citó la presión que provoca abrir un paso a 1.200 metros de profundidad, entre materiales «que son como el chocolate y tienden a atrapar a la tuneladora». Si algo retrasó las soluciones requeridas, considera que fueron «los recortes presupuestarios y las rigideces administrativas, que van en aumento y llegan a un punto en el que si no gastas una partida incluida en el proyecto, te puedes meter en un problema».
Continuar leyendo la noticia en EL COMERCIO