Los pasados 24 y 25 de enero, se celebró el IV congreso Civil DRON, en Madrid, organizado por la Comunidad Autónoma de Madrid a través de la Fundación de la Energía.
La libre acepción de la palabra dron, del inglés drone, hace referencia a las aeronaves no tripuladas (Unmanned aircraft, en siglas UA), tal como aparece en la 23ª edición del diccionario de la Real Academia de la lengua española. La denominación de aeronaves no tripuladas no especifica si son pilotadas o no, esta nomenclatura, dependiendo de si hay o no un piloto remoto, serían aeronaves autónomas o aeronaves tripuladas por control remoto (RPA, Remotely Piloted Aircraft). También se incluyen los aeromodelos, aunque la OACI no las considera como tal porque no forman parte de la aviación comercial. Referente a los sistemas integrados en estos vehículos, el UA pasa a denominarse UAS (Unmanned Aerial System, sistema aéreo no tripulado) y el RPA se convierte en RPAS (Remotely Piloted Aircraft System, sistema aéreo tripulado por control remoto).
Los sistemas se utilizan para el control, navegación y comunicación con la aeronave y también para manejo de equipos utilizados para el cometido específico de cada uno de los vuelos: fotografía, radar, lidar análisis multiespectral, detección de gases y otros múltiples.
Sin tanto acrónimo ni anglicismo, el termino dron ha sido ampliamente aceptado.
Las áreas temáticas sobre las que verso el congreso fueron las siguientes:
- Marco legal y normativa vigente, concerniente al compendio de leyes aplicables al uso de esta herramienta.
- Clases de aeronaves y sus características, tipologías de propulsión, energías disponibles para el vuelo baterías, acumuladores y pilas de combustible.
- Materiales y componentes para las estructuras y elementos singulares de los aparatos: sistemas de control y comunicaciones y sensores de software y tratamiento de la información.
- Aplicaciones en auditorías energéticas, inspección instalaciones y mantenimiento, audiovisuales y medios de comunicación, cartografía y prospección minera detallada, catástrofes naturales incendios y rescates, agricultura de precisión, control forestal y censo medioambiental.
Son múltiples posibilidades que ofrecen los Drones dentro de la geología, tomando el modelo de detección utilizado por un lémur de Madagascar, el aye aye, este espíritu de la noche, detecta su alimento en los troncos por la diferencia de sonido entre un espacio hueco o uno lleno de larvas, para ello utiliza su tercer dedo largo y huesudo, provisto de una masa carnosa en su extremo, con el que golpea los troncos. Tomando el modelo de detección se ha utilizado un diseño acústico aeroportado, para detectar fracturas fisuras y deformaciones estructurales susceptibles de ser observadas en los alabes de los aerogeneradores. Abre la posibilidad de detectar mediante sistemas acústicos elementos huecos de vital importancia para la geología, porosidad, por citar alguno.
También los vuelos realizados en el subsuelo, dan Información precisa y detallada de elementos georeferenciados de la morfología de túneles y galerías, con una calidad extraordinaria y resolución de milímetros.
Todas las ponencias del congreso pueden observarse en el siguiente enlace:
https://www.civildron.com/pages/ponencias-congreso-civildron.html
Un abanico lleno de posibilidades para la Geología se abre ante nosotros con ese zumbido del zángano haragán, el “Dron”cuyos sistemas nos van a permitir observar, ver, detectar y, como decía Lord Kelvin, “medir es saber”, todo aquello que nos rodea y lo que de nuestra profesión se ocupa y preocupa. Buen vuelo a todos, bienvenido Dron.
Carlos García Royo colegiado nº.369